domingo, 14 de junio de 2009
Tentador
Tu espíritu tentador
deja secuelas en mi alma,
la tempestuosa agonía
despierta mis sentidos,
que adormecidos se
encuentran,
después de tanta
espera,
pero que ilícito vivo
al rosar tus labios
que con los míos
callan el amor que llevo.
Tú que añoras subsanar
tu pasado,
ocultando las hojas
del calendario,
para que nadie
descubra tu espíritu tentador,
que cautelosamente
ocultas las horas
en las que disfrutaste
detrás de las puertas
amores que
indebidamente son sagrados.
Tú que robaste mi
corazón,
dejándome vacía por tu
placer carnal,
sin pensar que las
horas para mi eran delirio,
que las hojas de tu
calendario eran mi recuerdo,
que cada momento
inspiración de mis escritos,
que tú y solo tú eras
mi tentador pecado.
Tú que con cariño
tratas a las mujeres,
que con sutileza nos
enseñas a encontrarte,
que con audacia nos
animas a amarte,
a grabar tu nombre en
cada célula de nuestro cuerpo,
que con agrado fijas
tus ojos
capturando la razón y
despertando la tentación.
Tú que solo dices:
"Tú eres la única",
Tú que con sonrisas
susurras: "Solo tuyo siempre",
Tú que con la fuerza y
la razón
te sientes el único
hombre capaz de concentrar el mundo a tus pies,
sin considerar que
jugar con el amor de una mujer
deja el corazón y
rostro amargado.
Tú, que estas de
acuerdo
que no se puede vivir
sin amor y
que la mujer con
delicadeza siembra el amor y
confiada piensa:
"Durara toda la vida".
Que la pasión se
alimenta día a día,
que son dos los que
complementan ese sentimiento y
que no debe ser
clandestino,
origen de un Tentador
Pecado.
Adalid
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